Cuando los angeles lloran.

26-Febrero-1927
Escribo estas palabras bajo una considerable tensión mental. La sensación de que mi fin está cercano aumenta a cada instante.

Desde la ventana de mi estudio, oteo con terror las calles circundantes en busca de algún indicio que confirme el mayor de mis horrores.
Temo que estas líneas garabateadas a toda prisa constituyan mi testamento, pero lo presiento...en esta fría tarde, el cielo está oscuro y los cuervos vuelan bajo.
¿Cómo he llegado a esta situación...? Cuando me lo pregunto, noto como los muros de mi realidad se desmoronan y mi razón es consumida por las llamas del Infierno. ¿De dónde podría provenir "Aquello" sino del mismísimo Averno? Nunca he sido muy religioso y hace tiempo que dejé de creer en monstruos y brujas, pero aquello...
Todo empezó hace aproximadamente una semana, cuando decidí ir al cementerio a visitar la tumba de mi difunta hermana y llevarle unas flores. Caía la tarde y el sol empezaba a ponerse. El cielo estaba surcado de un mar de destellos púrpuras y rojos, de una tonalidad sanguinolenta, que anunciaban el terror de lo Innombrable que se avecinaba. Ante la pálida lápida de mármol rememoré el recuerdo lejano de su cálida sonrisa y sus rizos de oro. Perdí la noción del tiempo.
Salí de mi embrujo y me percaté de que la noche había caído. Quizás fue la presencia de "Eso" lo que me hizo volver a la realidad. Fue entonces cuando decidí marcharme. ¡Fatídico momento aquel!
La luna menguante aportaba una luz tenue y mortecina al ambiente. Me dí la vuelta y al girar la cabeza, ví "Aquello" en lo alto de la colina.
No puedo describirlo; no hay palabras para definir semejante cosa. El reflejo macabro de sus ojos fue lo único que me dió tiempo a ver, antes de que el miedo poseyera mi alma y se apoderase mi cuerpo.
Eché a correr y huí de aquel escenario de pesadilla. Llegué sanó y salvo a mi casa, pero nada es ya igual. Todo a cambiado. Desde entonces, mis nervios están destrozados. Siento que esa cosa me sigue a todas partes y está al acecho constantemente. El abrir los ojos cada amanecer se convierte en un tormento, por miedo a encontrarme frente a los suyos. Creo que acabaré sumido en la locura...desconfío ya de todo. La gente lo percibe, me miran mal; no puedo salir a la calle.
Pero...¡no lo entienden! No comprenden que yo he mirado al mismísimo Terror a los ojos.

Creado por: Mike ^^ Publicado por: Cas :D